En el mundo de la odontología, donde la pasión por el cuidado dental se combina con la gestión de una clínica, navegar por el mar financiero puede ser tan complejo como un procedimiento dental delicado.
Aunque la formación en odontología prepara a los profesionales para enfrentar desafíos clínicos, muchas veces, la preparación en la administración financiera de sus consultorios queda en segundo plano.
Este artículo arroja luz sobre los errores financieros más habituales que cometen los odontólogos, con el objetivo de transformar estos obstáculos en oportunidades de crecimiento y estabilidad económica para sus prácticas.
Conversamos con el Lic. David Jarquín, Administrador de empresas y Coaching Empresarial Odontológico que desarrolló el concepto de “Finanzas para Odontólogos” donde capacita al Odontólogo de Latinoamérica para poder alcanzar sus objetivos empresariales dentro de la Clínica Dental.
¿Cuáles son los errores financieros más comunes que cometen los Odontólogos?
En todas las consultorías que he realizado he encontrado con recurrencia principalmente estos:
1. No saber sus honorarios por hora, ni costos variables
Lo primero que debemos hacer es definir honorarios y gastos fijos por hora, así como determinar el porcentaje de ganancia que quiero tener para saber cuanto necesito ganar para hacer rentable mi clínica.
Debes de partir de establecer objetivos y saber cuál es tu capacidad instalada y tu posibilidad de atención respecto a la demanda que se me presenta. El odontólogo tiende a ver un espacio vacío en el consultorio y quiere poner una unidad, esto es un error.
Debes de saber administrar tus recursos, pero también tu tiempo, tienes calidad de vida o te dedicas a hacer todo el trabajo clínico y administrativo, organízate.
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2. No definir un sueldo
Si no establezco lo primero, que es definir un sueldo fijo mensual, voy a estar tomando “prestado de mi clínica” sin poner límites de gastos personales y cortando oportunidades de inversión clínica, académica y de difusión.
Al respetar una nómina mensual podrás contar con los recursos necesarios para desarrollar las estrategias requeridas para tu clínica.
3. Mezclar gastos personales con gastos del consultorio dental
Una de las recomendaciones que les doy a los odontólogos es revisar de inicio cuáles son las maneras de pago que brindan a sus pacientes. Cuando cuento con el efectivo, me siento con el poder y entro en la carrera para mantener mi consultorio a flote y llegar a fin de mes y ni siquiera me doy cuenta, incluso hay un “desfalco” generado por mí.
4. No saber si mi clínica es rentable
Esto es algo que nos llena de frustración porque lo desconocemos y no sabemos cómo llegar a ese punto de equilibrio financiero, pensamos que por tener muchos pacientes y tener mucho trabajo somos rentables cuando lo que deberíamos hacer es aplicar el “trabajo inteligente” y dedicarnos a ese 80% que nos hará rentable, pero a la vez nos dará calidad de vida y capacidad financiera.
5. Gastar más de lo que ganas
Sabemos que la utilidad en la odontología es muy buena, tal vez la utilidad mínima de la que partes tus tratamientos es desde el 30% y así sucesivamente con cada tratamiento. Con esto lo que sucede es que como tengo el recurso económico disponible, empiezo a formar malos hábitos, puede ser que estés en búsqueda de prestigio o de un nivel de vida más alto o bien que busques capacitación clínica constante.
Inconscientemente lo que hacemos es premiarnos con ir a gastar ese dinero y esto repercute en gastar mucho más de lo que gano, sin embargo, tienes estrés operativo.
Lo que tienes que hacer es construir una serie de hábitos que te permitan realmente avanzar, necesitas empezar a hacer esta consciencia, si estableces objetivos, prioridades y te disciplinas lo vas a lograr, esto va más allá de una buena intención o un tema motivacional.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de una mala administración financiera?
Desafortunadamente las consecuencias son a largo plazo y pueden ir desde sobre endeudamiento, frustración, estancamiento y rezago profesional, renunciar a tus objetivos personales hasta llegar a una edad promedio de 50 años y darte cuenta que has trabajado toda tu vida y no has construido un patrimonio ni cuentas con un sistema de apoyo financiero para ti y tu familia. Reflexiona sobre qué tipo de vida quieres, cuáles son tus objetivos personales y profesionales.
Muchos de los odontólogos reconocen esta situación, el problema es que no saben cómo llegar a esa meta, a veces ni siquiera se conoce sobre finanzas personales. Esta carrera del odontólogo empresario es de resistencia, no de velocidad.
¿Qué acciones debe realizar un odontólogo para disminuir los riesgos de pérdida?
Precisamente debemos resolver los errores más comunes de los que hablamos al principio y detectar cuáles son los rubros en los que podrías disminuir tu gasto. Tienes que conocer cuánto necesita tu clínica para salir adelante, la depreciación, los gastos fijos mensuales y cuál es tu sueldo fijo.
Si yo establezco los objetivos de hacia a donde va mi clínica, voy a definir más claramente el nivel de facturación para saber si estoy rentable. Otro error común es querer abrir una segunda clínica sin tener el control y conocimiento de la segunda.
Establece tus metas y tu plan de negocio
Tal vez el primer año quieras y necesites crecer en equipo o capital humano, el próximo año mejoraré mi tecnología y en el tercer año comenzaré a desarrollar y documentar procesos y manuales para posterior comenzar con la expansión.
Debes saber qué busco y que quiero en la odontología, cómo quiero vivir mi vida y cómo quiero terminar mi jubilación y que tengo que hacer para que mi clínica funcione sin mí.
La única manera de que comiences a ser rentable es a través de buenos hábitos financieros.
Mide todo de manera rápida y eficaz, no puedes estar invirtiendo tantas horas en acciones administrativas.
Los errores financieros en la gestión de clínicas dentales no solo son comunes, sino que también son evitables con la información y estrategias correctas.
Reconocer estas fallas es el primer paso hacia la mejora financiera y el éxito a largo plazo de cualquier consultorio dental. Al adoptar un enfoque proactivo y educativo en las finanzas, los odontólogos pueden asegurar no solo la salud oral de sus pacientes sino también la salud financiera de su práctica.
Este viaje hacia la estabilidad y crecimiento financiero es fundamental para que los profesionales puedan concentrarse en lo que mejor saben hacer: cuidar de la sonrisa de sus pacientes.
