Administración de clínicas dentales

Consentimiento informado en odontopediatría: qué incluir y cómo explicarlo

Consentimiento informado en odontopediatría: qué incluir y cómo explicarlo

El consentimiento informado es un pilar fundamental de la atención odontológica, y en odontopediatría cobra aún más relevancia. Cuando se trata de menores de edad, la responsabilidad clínica, ética y legal se amplifica. 

No se trata tan sólo de un documento que se firma: es una herramienta que te permite construir confianza, garantizar seguridad y fortalecer la relación con las familias a las que atiendes. 

Ya sea que atiendas a pacientes pediátricos ocasionalmente o cuentes con una unidad especializada, este artículo te ayudará a estructurar correctamente tus consentimientos informados y a comunicarte mejor con padres, madres, tutores... y también con los niños.

¿Por qué es tan importante el consentimiento informado en odontopediatría?

Porque no solo estás realizando un procedimiento dental, también estás involucrando a un menor, a su familia y a su entorno de cuidado. Y eso implica tres niveles de responsabilidad:

  • Clínica: garantizar que el tratamiento sea adecuado y seguro para el paciente infantil.
  • Legal: contar con la autorización formal del adulto responsable.
    Comunicacional: asegurarse de que todos entiendan qué se va a hacer, por qué y cómo.
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Un consentimiento informado bien gestionado:

  • Protege legalmente a tu clínica.
  • Disminuye malentendidos y objeciones.
  • Mejora la experiencia de las familias.
  • Refuerza tu imagen profesional.

¿Qué debe incluir un consentimiento informado para pacientes pediátricos?

El documento debe ser claro, comprensible y adaptado al tipo de tratamiento que se realizará. Estos son los elementos esenciales:

1. Datos del paciente y del responsable legal

Incluye nombre completo del menor, edad, diagnóstico y los datos del adulto autorizado: nombre, DNI o identificación, parentesco y firma.

2. Descripción del tratamiento

Explica de forma clara qué se va a realizar (por ejemplo: pulpotomía, extracción, aplicación de flúor) y cuál es el objetivo clínico.

Ejemplo: “Se realizará una restauración dental para detener la caries y evitar molestias al comer.”

3. Beneficios y riesgos posibles

Menciona los beneficios esperados y los posibles efectos secundarios o complicaciones (dolor leve, necesidad de repetir el tratamiento, sensibilidad, etc.).

4. Alternativas disponibles

Incluye otras opciones terapéuticas cuando existan, o la posibilidad de no tratar, dejando claro qué implicaría cada decisión.

5. Información sobre anestesia o sedación (si aplica)

Indica claramente si se aplicará anestesia local, sedación consciente u otro método.

6. Cuidados posteriores

Incluye instrucciones básicas post-tratamiento que los padres deben conocer.

7. Espacio para consultas y aclaraciones

Asegúrate de que quede constancia de que el adulto responsable tuvo la oportunidad de hacer preguntas.

En Dentalink puedes crear y guardar plantillas de consentimientos para cada tipo de tratamiento, y asociarlas automáticamente a la historia clínica del paciente.

¿Cómo explicarlo de forma clara y empática?

El consentimiento informado no es solo un requisito legal. Es una oportunidad para generar confianza, resolver dudas y preparar emocionalmente al paciente y su familia.

Aquí algunas recomendaciones para hacerlo bien:

Habla con ambos: el niño y su responsable o apoderado

Aunque la firma la da el adulto, hablar con el niño crea un ambiente de respeto y reduce el miedo. Usa un lenguaje cercano, cálido y adaptado a su edad.

Usa lenguaje claro y evita tecnicismos

No todos entienden qué es una “pulpotomía” o un “sellador de fosas”. Usa ejemplos simples y visuales si es posible.

Informa sin alarmar

Sé honesto, pero sin generar ansiedad innecesaria. Es distinto decir “puede haber un poco de molestia” que “puede doler”.

Deja espacio para preguntas

Fomenta una conversación directa con tu paciente y sus responsables. No quieres tener un monólogo. Esto mejora la adherencia al tratamiento y disminuye la probabilidad de objeciones futuras.

¿Y si los padres dudan o se niegan a firmar?

Es una situación posible. En esos casos:

  • Escucha con empatía.
  • Ofrece explicaciones claras y materiales complementarios si es necesario.
  • Invita a pensar en conjunto cuál es la mejor opción para el niño.
  • Documenta todo en la historia clínica: qué se propuso, qué se explicó y cuál fue la respuesta.

Con Dentalink puedes registrar fácilmente observaciones clínicas, rechazos de tratamiento o seguimientos futuros, con trazabilidad completa en cada ficha.

¿Y si pudieras gestionar todo esto sin papeles?

Sabemos que el papeleo puede convertirse en una carga: consentimientos impresos, carpetas desordenadas, documentos extraviados. 

Por eso, cada vez más clínicas prefieren digitalizar el proceso.

En Dentalink puedes:

  • Cargar consentimientos directamente en la ficha del paciente.
  • Crear plantillas por tratamiento, edad o especialidad.
  • Capturar firmas electrónicas de forma rápida y segura.
  • Tener todo centralizado, sin papeles y siempre disponible.

Informar es también cuidar

Un consentimiento informado bien explicado, adaptado a cada familia y respaldado por procesos digitales, no solo evita conflictos: mejora la calidad de la atención, fortalece la relación con tus pacientes y proyecta una imagen profesional de tu clínica.

Y lo mejor es que no necesitas hacerlo todo manualmente.

Desde Dentalink te acompañamos para que este proceso sea más claro, ágil y seguro, tanto para ti como para las familias que confían en tu trabajo.

Solicita tu demo gratuita y conoce cómo podemos ayudarte a digitalizar la gestión clínica de tu consulta pediátrica.

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